El 3 de abril del
2007, la empresa ferroviaria francesa
rompió su propio
récord mundial de velocidad con
un TGV: por primera
vez en la historia, un tren, que
recorría la línea
París-Estrasburgo, alcanzó la velocidad
ultraalta de 574.8
kilómetros por hora. Para lograr
este récord, el TGV
debió ser especialmente ajustado
y se remodeló esta
parte de la vía. El trabajo en la
vía incluyó aumentar
el nivel entre el lado exterior
y el lado interior
de la vía en algunos dobleces a 13
cm. A velocidades de
casi 160 metros por segundo,
es necesario superar
altas fuerzas centrífugas y evitar
de forma segura que
se recolecte lastre en secciones
abiertas de la vía.
Por ello, los expertos tuvieron que
medir con precisión
la “autopista del tren”, ajustar las
vías con precisión
milimétrica, compactar la cama de
lastre bajo las vías
y remover todas las piedras que
sobresalían con el
máximo cuidado posible.
CADA
MÁQUINA ES ÚNICA
La alta velocidad no
es la única razón para la
creciente demanda en
las máquinas de construcción
y mantenimiento de
vías. Los plazos cada vez más
cortos para los
trabajos pendientes implican que
las máquinas de
medición, construcción y mantenimiento tienen que
gestionar una carga
de trabajo más alta con mayor precisión y la máxima
disponibilidad.
Por esta razón, las
máquinas de construcción de vías de MATISA
tienen una demanda
tan elevada. La compañía, que comenzó a fabricar
máquinas de
construcción y mantenimiento en Lake Geneva en 1945,
se ha convertido en
un nombre respetado en la industria gracias a
la fiabilidad de sus
máquinas. En algunos países de habla alemana,
“matisern” (o
“matising”) se ha convertido en un sinónimo para
apisonamiento de
camas de lastre. Aunque en MATISA se enorgullecen
por la fiabilidad de
sus máquinas, creen que la satisfacción del cliente
tiene la misma
importancia. Los clientes de todo el mundo pueden estar
seguros de que
encontrarán a alguien dispuesto a ayudar cuando tengan
solicitudes
especiales.
“Esto se debe a que
hay diferentes calibres de vías y otras variaciones
regionales, pero
también a que consideramos los requerimientos de
clientes
supuestamente más pequeños. Por ejemplo, instalar un baño
podría cambiar
radicalmente la construcción debido al diseño cercano
del tren y la
distribución de peso alterada”. Esto es particularmente
aplicable si la
máquina necesita adaptarse a los flujos de trabajo
específicos del
cliente. Por esta razón, son pocas las ocasiones en las
que MATISA puede
utilizar componentes estándar en cualquiera de
sus trenes de
pasajeros o carga, lo que significa que el fabricante suizo
produce todas las
partes importantes que necesita, incluyendo los
bogies.